domingo, 6 de abril de 2014

"El guardián del tiempo" Mitch Albom


Hacernos con el control del tiempo: hacer que dure más, acortarlo y que pase
pronto, detenerlo.... es un deseo que siempre ha estado a la orden del día, pero más aun en este tiempo en que vivimos contrarreloj, somos esclavos de unos dígitos y nunca 24 horas nos parecen suficiente.

Bajo esta premisa  Mitch Albom nos presenta a  Víctor, Sara y Dor.

Víctor, un hombre de poder y en una buena situación económica al que el diagnóstico de un tumor incurable le hace no solo desear, si no encontrar la solución para parar su reloj y convertirse en eterno.

Sara, una adolescente que no encuentra su lugar y que padece mal de amores, que desea adelantar el reloj hasta el momento de encontrarse a si misma y olvidar todo lo que arrastra.

Y Dor, el Padre Tiempo, el descubridor de la medida en que pasa la vida y al que se le concede el poder-maldición de controlar el paso de las horas.

Tres personajes difíciles de encontrarse con una lógica (dentro de la fantasía que envuelve de soslayo a la historia), y que sin embargo consiguen crear lo que para mi es un cuento que te atrapa encajando en el camino conforme avanzan las páginas.

Mitch Albom ha equilibrado la parte fantástica y la realista de forma que encajen sin que haya entremedias grieta. La primera, recreada en Dor, en la historia de su vida en una época primera, lejana, casi en otro mundo, desde su nacimiento, pasando por el día en que, ignorándolo, se convierte en el inventor de la medida del tiempo, hasta el momento en el que su deseo de hacerse dueño de él, de detenerlo (siempre con una buen motivo, ya que Dor es la bondad personificada) le ata para siempre a  estar recluido dentro de su eternidad.
La parte real, cotidiana, la que podría ser la historia de cualquiera de nosotros, plasmada en Sara o Víctor. Problemas que afectan a cualquier ser humano de nuestros tiempos: la salud, el amor, la desconfianza....

Dor deberá encontrar el vínculo que ata no sólo a los otros dos personajes, si no además el motivo por el que ellos serán su salvación.


Personalmente no me atraen los libros que se alejan de las historias reales, la fantasía... Sin embargo "El guardián del tiempo" me duró día y medio.
La mezcla (buena mezcla) de lo real e irreal consiguió engancharme y querer saber cual sería el final del trío de personajes, el porque alguien se decidió a darle personalidad a "El tiempo" hasta convertirlo en un personaje de carne y hueso.

Mitch Albom nos habla del tiempo, del valor que no le damos, de como damos por hecho que el tiempo está ahí, que pasa un segundo y otro, y otro más y así será eternamente. Unas veces simplemente lo derrochamos sin ser conscientes de su valor, otras queremos que pase tan rápido que no vemos lo que se queda entre sus pliegues. Sólo cuando la vida nos pone delante algo fuera de lo normal, ya sea positivo o negativo, le damos la importancia que tiene, lo vemos de frente, su consistencia, lo saboreamos, lo odiamos o lo anhelamos.

Leer "El guardián del tiempo" te lleva a un examen de conciencia.



FRAGMENTOS DESTACADOS.


"Nunca es demasiado tarde o demasiado pronto. Es cuando tiene que ser".

"Había muerto en soledad, sobre una manta, en el altiplano. ¿Y si hubiera pertenecido a aquella generación? ¿No habría sobrevivido muchos años? Se preguntó si era justo que morir dependiese hasta aquel punto de cuándo se nacía".

""Cuando más solos estamos es cuando nos aferramos a la soledad ajena".

"-¿Ya lo entiendes? - preguntó- Cuando el tiempo es infinito, nada es especial. Sin pérdidas ni sacrificios no podemos valorar lo que tenemos".


"Al hombre de hoy en día no le satisface nada de lo que hace para ser eficiente y aprovechar las horas - Dijo Dor-. Solo le sirve para ansiar más cosas. El hombre quiere ser dueño de su existencia, pero el tiempo no tiene dueño".

"No somos conscientes del sonido del mundo, excepto, claro está, si se detiene y después, al reanudarse, suena igual que una orquesta".

martes, 1 de abril de 2014

"BILLIE" Anna Gavalda




Anna Gavalda es la autora francesa más vendida del momento. De esto me he
enterado tras devorar "Billie", investigando sobre la persona que había detrás.
Gracias a Anna Galvalda y a la amiga que me recomendó este libro he roto mi desastrosa racha de lecturas sosas.

"Billie" es el típico libro que necesitas cuando quieres reconciliarte con el arte del soñar despierta, cuando quieres meterte de lleno entre páginas (de papel o electrónicas), cuando quieres sentir en la piel los arañazos, los suspiros, los sinsabores del protagonista, cuando echas de menos estar ante un libro que te absorbe el tiempo y que hace que te olvides de que tienes la cena en el fuego o que te obliga a ignorar a tu marido cuando te había porque no puedes dejar de leer (lo siento cariño). Simplemente no puedes  En definitiva, cuando necesitas un libro que te atrape.

El principio de "Billie" te descoloca o más bien "no te coloca" en ningún lugar. "Billie" está ahí, aún no sabes donde, junto a su adorado Francky, en unas circunstancias "peliagudas" que por supuesto no te explica. Porque "Billie" es eso, es el ir descubriendo a través de sus palabras quien es, quienes son, de donde vienen, donde han ido y donde están, contado siempre tras un velo de misterio avergonzado que te deja sospechar pero no te confirma nada.

Billie  y Franck provienen de mundos muy diferentes: ella de un entorno marginado, él de una familia bien.... solo comparten sus miserias, las diferencias que los alejan del resto del mundo. Miserias y diferencias que les destinan a encontrarse.

Durante veinticinco capítulos Billie nos cuentan en primera persona la historia de su vida, la historia de su relación con Franky. Una historia basada en la esperanza, en la lucha por encontrar siempre esa luz positiva (esa estrella a la que Billie habla durante toda una noche) de dos personas que se encuentran siendo patitos feos y que aprenden a luchar para convertirse en cisnes sin perder el orgullo de ser quienes son.


Una historia de amor y de amistad, de respeto y adoración, de necesidad de otra persona más allá de cualquier sentimiento romántico.
Porque no, "Billie" no es una historia de amor entre un chico y una chica, que nadie se confunda. En ello reside uno de sus encantos. Anna Gavalda nos cuenta simplemente el amor más sincero, ese que no espera porque además no puede ser besos, ni bodas, ni caricias. La amistad basada antetodo en la admiración hasta el punto de seguir adelante por necesidad de respeto y de tener al lado a otra persona.

Crueldad, miserias, ironía, amor, humor, rebeldía....
En poco más de 140 páginas, cortas, bien condensado para no perder su fuerza, esa tensión que se vive en cada vulgar palabra de Billie.
No hace falta más.
Sólo un suspiro al terminarlo.

MIS FRAGMENTOS

""... Que si, que todos los hombres son imbéciles y que todas la mujres son unas brujas, pero que no hay nada más bello en el mundo que lo que ocurre entre un imbécil y una bruja cuando se aman...."

"No hay muchas ocasiones en la vida en que uno puede decir lo que piensa y, además decirlo bien..... Decirlo con palabras ya encontradas... Ocasiones en que puedes utilizar un personaje inventado por otro para transmitir de extranjis cosas que para ti también son supervaliosas.. En que puedes decir quién eres...  O quien querrías ser... Yy decirlo mejor de lo que nunca podrías hacerlo si no tuvieras ya a mano frases tan bonitas..."