Toda mi vida lectora he tenido especial inclinación por los thrillers y libros ambientados en el holocausto pese a que he leído de todo. Esto ha hecho que muchas veces me sienta culpable de estar perdiéndome otro tipo de lecturas que, seguramente, también me llenarías y entretendrían.
Es verdad que ambos géneros son fáciles de leer y muy malo debe ser el autor, sobretodo en el género negro, para no atraparte mínimamente. Además cuando se dispone de poco tiempo para leer y con el cerebro a medio gas se intensifica la búsqueda de lecturas en las que no haga falta estar demasiado despierta para saborearlas.
Sin embargo, en mi afán de perder lo mínimo de libros interesantes y para abrir más mi cultura en este "pasatiempo", uno de mis propósitos lectores para este año es el hacer un hueco a nuevos campos en mi lista de lecturas. Tengo en mente alguna que otra biografía, algún libro que los llamados "autoayuda o superación" (esto es un reto personal porque nunca les he dado demasiado fama) y varios títulos de novela gráfica en la que ya he entrado desde comienzos de año.
Pero dentro de la novela como tal, busco también, como he dicho, temas que se salgan de los asesinatos en serie, policías y detectives, campos de concentración y demás referencias a mis libros de cabecera.
Para ello, indagando en el catalogo de Ebiblio, herramienta de la biblioteca general de mi comunidad a través de la que tomo prestados los ebook, di con "La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey" de Mary Ann Schaffer (con ayuda de su sobrina Annie Barros), el cual estaba en la lista de candidatos desde que tiempo atrás mi hada madrina de los libros me recomendase la película. Tras leer el argumento y sin pensarlo demasiado (la tentación de los títulos de novela negra es grande) me decidí por él.
"La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey" es una novela epistolar ambientada tras el final de la Segunda Guerra mundial en una de las islas del Canal de la Mancha, frente a Normandía. En ella se cuenta la relación que surge entre la escritora Juliet Ashton y los miembros de una pelicular sociedad literaria de la isla a través del intercambio de cartas. Juliet está buscando un tema para su próxima novela y será mediante estos correos, cuando la necesidad de saber más acerca de los habitantes de Guernsey le haga estrechar lazos con la isla.
Como suele pasar con las novelas escritas a través de cartas, su lectura es fácil aunque hay que cogerle el tino para no perderse en el cruce de remitentes y destinatarios, sobretodo, cuando estos son numerosos, lo cual además hace que se cree un ritmo cómico que acompaña al ambiente de la historia (no es un libro con el que llores de la risa pero es cierto que tiene puntos que te sacan una sonrisa o una carcajada, y lo dice alguien a quien no es fácil hacer reír ni con un libro ni con una película).
Personalmente, si he de destacar algo, son, sin duda los personajes. Schaffer ha creado un elenco fácil de imaginar como habitantes de una isla donde la guerra ha minimizado el contacto con el exterior o a una peculiar escritora, sentada ante su escritorio escribiendo carta tras carta. Tanto los paisajes como los isleños, cada uno con su personalidad, resultan cercanos, campechanos, tejiendo entre ellos una relación más allá de la de vecinos. En mi mente se han dibujado de una forma tan real que, si algún día veo la película, creo que me sentiré estafada.
El trasfondo que Mary Ann Schaferr ha mostrado de forma muy sutil no se puede dejar de lado. Una guerra que apenas acaba de terminar y que los habitantes de Guernsey rememoran para Ashton, un amor con alguien del bando contrario, un feminismo muy presente durante toda la novela en la imagen de la escritora (que fantástica la evolución de su relación con Mark Reynolds), la homosexualidad.... todo ello sin profundizar, lo cual puede parecer un "quiero y no puedo" aunque en mi opinión está hecho de una forma muy inteligente para presentarlo a través de un libro cuyo carácter es dulce, agradable, y seguramente en algún momento par más de uno "pasteloso". Libros que traten todos los temas que acabo de citar hay muchos, más y menos duros, pero a veces hace falta que alguien los presente así, como sin querer, dejando caer pinceladas a través de un cuadro bonito al que hay que asomarse para ver más allá.
"La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey" no es un libro que me haya marcado especialmente y no estará entre mis libros favoritos, pero si que será uno de los que recomiende a mas de una persona que quiera una lectura diferente para llevar la mente a una pequeña isla con acantilados donde los vecinos entren y salgan de sus casas sin tener que llamar y donde el sentido de la supervivencia (física y anímica) les haga inventarse un grupo de lectura con nombre tan cómico como atrayente.