Anne Dauphine Julliand es madre.
Su hija Thais, existió.
Y ella decidió contar sus últimos días para enseñar al mundo que lo que importa es eso, existir.
Con dos años Thais es diagnosticada de una enfermedad degenerativa para la que no existe cura. En ese mismo momento Anne Dauphine está embarazada de su tercer hijo y la espada de que la historia se repita pende sobre sus cabezas.
A partir de entonces promete a su hija que no podrá alargar su vida ni darle más de lo que la enfermedad le deje, pero que hará todo lo posible para que ese tiempo sea un tiempo feliz, lleno de vida.
Una historia cruel y aterradora, donde desde la primera página un nudo se asienta en tu garganta y no te abandona. Donde el miedo a lo desconocido y a un futuro negro, la rabia a una injusticia sin culpable, la impotencia de una lucha perdida a priori podrían ser los argumentos centrales y que sin embargo Anne Dauphine convierte en un canto a la lucha, a la búsqueda siempre del lado bueno de las cosas para pasar los tramos más tenebrosos de la vida.
Muy realista no escatima en detalles que nos hacen entender sin dudas el dolor por el que paso su hija y el dolor tormentosos que pasaron ellos, los padres, y sin embargo no cae en ningún momento en el morbo innecesario.
Se me hace difícil transmitir la tristeza que traspasan las páginas al ver la lucha constante de una madre por mantener su fuerza, las energías y el tesón siendo consciente de que los días de su hija se escapan de las manos.
Bravo por Anne Dauphine, que además está recorriendo distintos países contandonos sus vivencias y su aprendizaje en ese periodo fatídico de su vida para enseñarnos que las cosas son mucho más sencillas de lo que las hacemos.
Sin duda una lectura de la que aprender.
Sin embargo una recomendación: leerla con energías altas o al menos en momentos capaz de digerir la parte positiva de una historia muy cruel.
FRAGMENTOS DESTACADOS
- "Una batalla diaria que consistía en llenar de vida los días cuando ya no se pueden añadir días a la vida".
- "Cuando se está cansado no se puede hacer nada constructivo, no se puede ver nada positivo. No tenemos ninguna necesidad de pasar por esto. Y sin embargo, es difícil, admitir que dependemos de los demás, reconocer que uno ha llegado a sus límites exige cierta humildad. [...] No es posible superarlo si te aíslas".
-"Lo que forma una vida entera es una sucesión de días".
- "Porque lo mejor es enemigo de lo bueno".
-"Cuando se ama y se es amado, todo es soportable. Hasta el dolor. Hasta el sufrimiento".
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