Tengo prejuicios a la hora de
elegir autor. Si, lo reconozco. Hace un tiempo le estuve dando vueltas y tras
sacar el tema a relucir durante un café con una amiga, llegué a la conclusión
de que así era.
No me siento orgullosa por ello,
pero es la realidad.
Dejaré claro que tengo diferentes
tipos de niveles y ninguno de ellos está tan al límite como de rechazar de
lleno y para la eternidad el leer un libro sólo porque el autor me rechine.
Siempre dejo la duda en el aire pero digamos que tengo una segunda lista de
libros "uff es que lo ha escrito Fulanito". Pero un libro es un libro
antetodo.
Por poner un ejemplo de uno de
mis niveles más altos de prejuicios: Belén Esteban. (Obviaremos el hecho de que
las posibilidades de que ella misma haya escrito de su "dedo y tecla"
la historia de su vida queda muy lejos de la realidad. Compraremos barco).
Belén Esteban "escribe"
un libro, y me da igual que sea el de su vida o que hubiera sido una novela
histórica, fantástica, drama.... Escribe un libro. A mí Belén Esteban la de la
tele no me cae ni bien ni mal, me entretiene, me desquicia, me hace reír o
incluso me da pena (de la buena y de la mala) en muchas ocasiones. En resumen:
no creo que sea una mala persona, ni la odio, ni creo que tenga nada negativo
dentro de su personalidad al margen de su personaje televisivo. Pero es Belén
Esteban.
Y leer un libro de Belén Esteban,
con la de libros que hay en este mundo.... pues en fin.... Se me encoge el
corazoncito.
Quien dice la Esteban, dice su
amigo Jorge Javier Vazquez o ya entrando en terrenos más pantanosos cualquier
sucedáneo de famosillo de tres al cuarto: Rafa Mora, Julián Contreras, Isabel
Sartorius...
No digo que alguno de ellos no
pueda escribir una novela digna de un premio. Las dotes de la escritura están
donde menos las esperas y soy de las que piensa que no se puede marcar a nadie
de por vida con la pegatina de "negado para todo". Sin ir más lejos,
el "La vida iba en serio" de J.J.Vazquez es un libro que ha caído en
gracia no solo entre las fieles seguidoras de Sálvame, cosa que por otro lado
no me sorprende ya que el presentador esconde detrás de la pantalla color de
rosa una formación y cultura literaria tras de si envidiable (que quede muy
claro que hablo de la persona no del personaje el cual me repele).
El caso es que ese sería uno de
mis niveles más altos de prejuicios literarios: libros de famosillos
televisivos, hijos de papa del papel couché, personajes con ínfulas
marbellies..
Pero ese nivel no es el que me
preocupa.
El que me preocupa es el nivel inferior
(en mi escala, que no en su nivel profesional, literario, cultural....)
Ese nivel en el que englobo a
aquellos rostros conocidos por la pequeña pantalla, por programas,
informativos, concursos.... cercanos al público que aprovechan (y me parece en
cierta medida normal y justo) esa cercanía para poner en primera línea su
historia.
Véase: Maria Teresa Campos, Nuria Roca, Cristian Galvez,
Maxim Huerta, Sandra Barneda ....
No sé si hará falta explicar los
motivos por los que no están en el mismo grupo que en el anterior, si alguien
tiene dudas puede teclear en google el nombre de unos y otros y leerse su
biografía.
Si, ahí están, los prejuicios o
como queráis llamarlos.
Pero es así. Estos nombres, te
caigan mejor o peor, llevan detrás de si una historia, un trabajo, una
trayectoria..... no han aparecido de la nada.
Pero no es el hecho de "es
famoso o se ha hecho famoso" el porque de que escriba esto.
El hecho es: Me frena comenzar a
leer un libro si el autor es un personaje de televisión por mucha historia,
profesionalidad, méritos... que tenga detrás.
Cristian Galvez. Me encanta. Me
gusta como presentador, como persona (siempre, y lo repetiré mil veces,
hablando de lo que se conoce desde el sofá de mi casa), como hombre, como
persona joven frente a una cámara..... Ha escrito "Matar a Leonardo".
Para colmo un libro sobre uno de mis principales personajes históricos de
cabecera.
Y dicen, cuentan, comentan que no
está nada mal, que merece la pena.
Pero..... ¡es Cristian Galvez!.
El que se queda sin respiración leyendo las definiciones, el que amenaza con
cortar el pelo a los ganadores, el "yerno que toda suegra querría
tener" de la tele....
Otro ejemplo.
Maria Teresa Campos. Vale, a mi
esta señora me parece repelente y resabida, pero tiene derecho. Casi 60 años de
profesión, radio, tele y prensa. Solo hay que verla manejar un programa por muy
rosa, amarillo o azul que sea para darse cuenta de que a estas alturas con una
mirada manda encender o apagar un foco, entrar o despachar a un invitado.
Vale, creo que ya podréis haceros
a la idea, espero, de lo que hablo.
Tengo claro que este prejuicio
irá muchas veces en mi contra. Ya lo aprendí con "Los
besos no se gastan" de Raquel Martos (colaborada e "El
hormiguero"). En este caso no fue el hecho simple de que apareciera en la
televisión, si no de que había algo en ella que hacia que no me cayera bien. No
sólo al terminar el libro me hubiera dado de cabezazos porque ha sido una de
las historias que mas me ha emocionado y me ha llegado, si no que el hecho de
tener la suerte de que la propia autora leyera mi reseña y recibir e
intercambiar un par de comentarios
llegando a invitarme a saludarla en la feria del libro hizo que mi idea
personal sobre ella adquiriese nuevos tonos, para bien,("Un saludo,
Raquel" ;) ).
En este caso si hubiera dejado el
libro antes de cogerlo me hubiera perdido una de esas pequeñas historias
bonitas y reales que te guardas para siempre.
Por eso mi
"preocupación" o mi dudas ante mis prejuicios.
Me quede más tranquila o al menos
vi que no era un bicho raro al ver que la amiga con quien os decía que hablé de
esto le ocurría lo mismo que a mi (una lectora de las exigentes, de las que se
ha leido hasta la guia Michelin si no ha tenido un libro a mano. "Un
saludo Puri") . Es más. Las dos teníamos el runrun de "La noche
soñada" y "Una tienda en Paris", de Maxim Huerta, que con su
Premio Primavera de Novela 2014 para la primera, y estupendas críticas a todos
lo niveles para ambas, nos llaman la curiosidad, pero..... ¡es Maxim Huerta! (Si, esto lo deciamos las dos). El
de Telecinco, el chico bueno de AR, el que fue presentador de informativos para
luego informar sobre divorcios, juicios rosas....
Así que como si de un plato con
probabilidad de estar intoxicado fuera, nos dijimos aquello de: "Prueba tu
primero y si está bien ya iré yo detrás".
En fin, que todo este rollo que acabáis
de leer, era en principio mi idea de entradilla o prólogo para precisamente mi
reseña de "La noche soñada"..... Y a lo que me he dado cuenta he
hecho casi una tesina sobre los escritores televisivos....
Tampoco viene mal.
Es la moda y da que hablar.
Yo, prometo luchar contra estos
prejuicios hacia los escritores televisados al menos mientras no tenga
pendientes libros sin "marketing-telecinco" en la recamara esperándome.
(Hay que comenzar poco a poco...)
Y respecto a la reseña..... Dejaré
esto como una opinión personal sobre el tema anticipo de la crítica al libro
que pondré en unos dias. Si, ese, es del Maxim Huerta. El chico AR.
PD: La diferencia entre aquellos "escritores mediáticos" que se limitan a recopilar recetas de cocina, consejos para mantenerte en linea, pautas de coach...... y aquellos "escritores mediáticos" que se lanzan a escribir una historia o novela con su argumento, sus personajes, su trama.... sería otro capítulo con mucho mejunje. Anda que no dan los señoritos de la tele de si.
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