se reparte por igual. Cuando Manuel decide terminar la relación Candela se sume en la tristeza y en la angustia de la dependencia que se ha creado.
"La luz de Candela"
podría ser perfectamente el diario de cualquier mujer que sigue enganchada al
hombre que ha terminado una relación tóxica y sin sentido y que necesita
desembalsar toda su tristeza de alguna forma.
He terminado el libro, primero
porque no tiene muchas páginas y segundo con la esperanza de que en algún
momento Candela diera alguna sorpresa y se saliera de su papel de victima
rebozada en su miseria amorosa. Pero no, he llegado a la última frase y lo
único que he encontrado de sorpresa es el hecho de ver un final cortante y seco.
Lleno de estereotipos sobre el
dolor amoroso, incluso párrafos que son una cadena de frases modificadas de
canciones, "La luz de Candela" es un bucle infinito de la soledad,
tristeza y dependencia que tiene una mujer en el luto después de que rompan con
ella.
De las pocas cosas buenas que he
sacado del libro (además de algunas citas bastante logradas que añado abajo) podría
decir que refleja bastante bien los sentimientos y sensaciones que en esas
circunstancias puede llegar a tener una persona. Posiblemente si grabásemos una
conversación entre dos amigas en la que una se desahoga por su ruptura, tendríamos
una copia casi exacta del monólogo de Candela. La diferencia reside en que esa
amiga seria la típica a la que después de cuatro horas escuchando como se
recrea en su pena una de dos: o la mandaríamos al carajo o le daríamos la dirección
de un psicólogo profesional.
Es decir, 229 páginas de
lamentos, tristezas, desesperaciones, victimismos y ¿¿¿por que a mi Señor???
son demasiadas.
A "La luz de Candela"
le falta variedad, le falta movimiento y le falta salirse de monótono diálogo que
únicamente rompen de forma esporádica las reflexiones de sus amigas o de su
madre, que por supuesto se centran en lo mismo: la miseria de Candela.
FRAGMENTOS DESTACADOS
"Candela guarda tantas fotos
de su vida que es imposible poner orden, organizarlas. El álbum de sus
recuerdos se amontona. Y las montoneras no son buenas porque al final acaban
por venirse abajo".
"Dice mi sombra que ya no
nos parecemos, que por mas que me sigue no cuadra el paso, que ahora encajo
contigo, que tiene celos, dice".
"Y tu no venías al rescate y
yo seguía esperando mi regalo ¿Quien me iba a decir que sin carbón no hay reyes
magos?"
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