Sin embargo, da
igual, no importa la cantidad de experiencias que te hayan contado, todas
diferentes y con sus toques personales, ni el número de libros que hayas
devorado para llenar los huecos que hasta ahora tenias…. Cuando el momento
llega, nada de eso hará que seas una experta, porque solo tu propio paso por
este momento y lo que tú vivas y como decidas vivirlo será lo que te haga ir
descubriendo los grandes secretos que conlleva la maternidad.
Como madre reciente
(supongo que 18 meses son suficientemente recientes o al menos a mi aún me
parece estar en prácticas), fui de esas principiantes que, al contrario de lo
que pensaba que me ocurriría, me alejé bastante de los libros y apenas abrí los
correos de todas las webs sobre embarazo y cuidado infantil a las que me inscribí
al saber que iba a tener hijos. Aún a dia de hoy me resulta raro, ya que desde
siempre el tema de la maternidad me ha atraído y fascinado y ahora que lo
estaba viviendo lo normal hubiera sido
aprovechar para investigar y empaparme. Sin embargo es cierto que también soy
una persona que huyo de los libros de autoayuda, de los consejos
generalizados…. De todo aquello que implique ser un número más. Puede que ahí
este el porque.
El caso es que solo
tuve un libro de cabecera durante los pocos meses que mi embarazo duró, el
famoso: “Qué se puede esperar cuando se está esperando”, prestado por mí hada
madrina de los libros lo cual le otorgaba aún más simbolismo. En él iba
comprobando como mi cuerpo mes a mes cumplía con los avances que de él se
esperaban, sin más. No me estudiaba ni anotaba los consejos finales sobre como tendría
que cuidar a mis bebes cuando llegarán ni curioseaba con la última parte en la
que hablaba de cómo cambia la vida de una mujer cuando se convierte además en madre.
Sin embargo, yo,
ajena a estos libros sobre amor y cuidados maternofiliales me he ido sintiendo atraída
desde hace meses por el ahora número uno “Eres una madre maravillosa” de Lucía,
mi pediatra. No, no es mi pediatra, ni “mi pediatra” es su apellido, pero no
habrá madre o embarazada que ya no conozca así a Lucía Galán Bertrán.
El principal motivo
que me llamó la atención cuando oí hablar de él por primera vez fue su título: “Eres
una madre maravillosa”. Vosotras, madres recién paridas, novatas, principiantas…
Decidme: ¿a quien de vosotras al oír esa frase no le entra una tranquilidad y
una emoción desde lo más profundo de su ser?.
En las semanas que
mis pequeños estuvieron ingresados al nacer, una enfermera me dijo esa frase
mientras ejercía el método canguro con ellos, y a mi que por entonces poco más podía
hacer por ellos que estar arropándolos,
se me llenaron los ojos de lágrimas. Descubrí en aquel momento el bálsamo que
puede ser esa simple frase.
Desde entonces he oído,
por suerte, esa frase en varias ocasiones, y el efecto es siempre el mismo.
Si fue “Lucía, mi
pediatra” quien eligió el título no lo sé. Sospecho, después de haberla leído y
haberla conocido más a través de sus redes sociales, de su filosofía como
pediatra y como madre, que sí. Primer acierto y éxito. Todo lo que hay dentro
del libro se refleja en esa simple frase que tal vez, para según que ojos,
pueda resultar un título “moñas”, edulcorado, empalagoso o cursi. A vosotros
que pensáis así me voy a permitir deciros algo que tal vez no os guste: No
tenéis ni puñetera idea lo que es pasar por la maternidad.
Al lío que me voy
por las ramas…
En “Eres una madre
maravillosa” no encontraremos consejos sobre como cambiar el pañal, como hacer
que el bebe eche los aires o cuales son los métodos más exitosos para hacer que
duerman. No encontraremos tampoco información sobre vacunas, sobre el cuidado
de los puntos tras el parto, ni de cómo recuperar la figura. Sin embargo
encontraremos todo aquello que nadie nos dice, que todas pasamos y sentimos, y
que a veces dudamos de si no seremos el único bicho raro al que le está
pasando.
Historias vividas
por la Lucía pediatra, la Lucía mujer y la Lucía madre sirven para avanzar en
este libro. Historias duras, otras de esperanza…. Pero todas reales, de padres
reales como ella, espejos en los que nos sentimos reflejados y con las que nos
da herramientas e ideas para que las tomes y desarrolles en un momento de
necesidad o simplemente para que digas: “Esto mismo me pasó a mi”.
En “Eres una madre
maravillosa”, Lucía Galán habla, entre otras muchos y variados temas, del sentimiento de ser madre, del amor tan
intenso que te abarca junto al cansancio que te cubre muchas veces; del miedo
que te puede llegar a ahogar; habla del postparto, ese aún gran tabú en nuestra
sociedad y donde no siempre todo es rosa; de la diferente forma de querer que
tenemos padres y madres (interesantísimo capítulo de obligada lectura); de la
necesidad de las madres de encontrarnos de nuevo a nosotras mismas y nuestro
espacio sin sentirnos culpables; del esfuerzo que hay que hacer para regresar a
ser además de madre, mujer, trabajadora… de la conciliación laboral… y no morir
en el intento; del cuidado de los pequeños sin entrar en consejos mascados y de
la necesidad de estar ahí para ellos sin convertirlos en nosotros.
Sus capítulos
cortos, sencillos y naturales, contados como una amiga te puede estar contando
una experiencia que ha vivido u oído hacen que pases las páginas sin apenas
darte cuenta (seguramente Lucía también ha pensado en el poco tiempo que
tenemos las madres y en el cansancio que no nos permite aguantar demasiado
leyendo y de ahí la facilidad que nos ha dado al escribirlo. Gracias Lucía ;) ).
La cercanía sin dejar que el lado más técnico y profesional de su vida se haga
protagonista lo que lo hubiera convertido en un manual más, es seguramente su
carácter dominante, fiel reflejo de ella, como se puede comprobar a nada que
veas alguna de sus intervenciones televisivas o indagues un poco en su Instagram
o Facebook.
He de decir que, al
contrario que el título, me chirría mucho la foto de portada. No me gusta
directamente. Me desentona con la naturalidad del título, una frase tan de
entre amigas con una foto para mi gusto excesivamente artificial, posada, poco creíble…..
es mi único pero.
En el hospital
antes de dar a luz y los días que estas ingresada, recibes consejos por parte
del personal médico, a veces hasta un kit con productos y guías con
información. Todo eso está muy bien, pero señores médicos, señores “mandamases”
quienes quieran que sean que deciden estas cosas… si alguno está leyendo esto
(que lo dudo), por favor, piénsense muy seriamente regalar a toda madre a punto
de parir, pariendo o recién parida este libro. Les aseguro que pocas ayudan
podrán darle mejores y más reconfortantes que esta a unas mujeres que están a
punto de vivir la experiencia más bonita, desconocida y dura de su vida.
Hasta que decidan
hacerme caso y aportar esa ayuda a las madres novatas, yo personalmente, tomaré
“Eres una madre maravillosa” como mi regalo de cabecera para las mujeres
cercanas e importantes de mi vida que vayan a ser madres, porque, tengo la
sensación, de que pocos regalos, consejos o historias, les darán tanto aire
tanto como lo hará este pequeño y simple libro.
Lucía es pediatra
por vocación, lo dice y lo transmite. Sus charlas en congresos están siempre
repletas y siempre consigue grandes críticas entre lagrimas emocionadas. Las
firmas de sus libros son siempre un éxito. Y su imagen allá donde la veas es
con una sonrisa real que no engaña.
Lucía ha conseguido
que un libro que ayuda emocioné. No sé la de veces que lloré leyéndolo, y eso
que me duró dos días (un récord desde que soy mamá). Su libro, es un libro que
aconseja sin dar consejos, que acompaña, que reconforta, que te dice: “Eres una
madre maravillosa” y, lo que es más importante y dificil de hacer…. te lo crees.
Gracias Lucía, mi pediatra
FRAGMENTOS DESTACADOS
“Los besos se dan
sin pedir permiso, los gestos de amor también”.
“Hay momentos en
los que el mundo se detiene. Y se detiene para que tengamos unos minutos más. Son
oportunidades que nos da la vida. Aprovéchalos”.
“Hombres y mujeres
llevamos ritmos diferentes, velocidades diferentes y, por supuestos, sentimos
diferente”.
“Si la gente
escuchara más nuestros suspiros y menos nuestros palabras”
“Tenia miedo porque
el miedo es libre, porque aunque lo racionalicemos, cuando se presenta, se
apodera de nuestra razón”.
“Es tu vida, es tu
maternidad y es tu profesión, todas ellas insustituibles por nadie que no seas
tu misma”.
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