jueves, 7 de julio de 2011

La conquista del aire --- Belén Gopegui

Desde hace unos meses el nombre de Belén Gopegui ha estado apareciendo a mi alrededor bastante a menudo gracias a una persona a la que los libros de la escritora tienen enamorada.
El hecho de que esta persona me lo recomendara tan encarecidamente y que me he dado cuenta de que leo muy poco a autores españoles (también un dato sacado a la luz por la misma persona anteriormente mencionada) hicieron que cuando mientras buscaba un libro que comprar para leer en verano "Gopegui" saltara a mis ojos no lo dudo y me hice con él.

Reconozco que ha sido una lectura muy diferente a lo que por regla general suelo tener entre manos. Más de una vez he admitido en este mismo blog que cuando leo lo que me gusta es que me entretengan, no tener que pensar demasiado, sacar conclusiones o dar vueltas a la filosofía del libro. Sin embargo, no sé si porque cuando pasan los años pides algo mas que un simple cuento o porque llega un punto que tras leer multitud de libros sientes que necesitas algo mas, "La conquista del aire" me ha resultado cuando menos enriquecededor y me ha abierto la puerta a una nueva manera de buscar libros, como si se hubira abierto la puerta al hambre de ese "algo mas".

En "La conquista del aire", Gopegui nos presenta a tres amigos, Carlos, Santiago y Marta. Tres amigos de los de siempre, de eso sque se conocieron en la edad en que comienzan tus ansias de reivindicar, de crear un mundo mas justo, de luchar por los ideales. Ese es el nucleo para mi de la historia: los ideales, la lucha contra el mundo por mantenerlos, la lucha contra el mundo real para hacerle ver que las cosas pueden ser de otra manera y la lucha contra uno misma para no admitir que los ideales estan en tu cabeza pero tu estas en el mundo real. Esta reflexión que para mi repito es el nucleo de lo que Belén Gopegui nos quiere contar, estalla cuando uno de los tres personajes pide prestado una cantidad de dinero a sus dos amigos. Ahí comienza la lucha entre lo que se considera "esta bien", "es lo correcto", "es lo que deben hacer los amigos", "es lo que siempre he esperado poder hacer por alguien" y entre "lo que quiero hacer", "lo que puedo hacer", "lo que me es más facil hacer", "lo que me siento obligado a hacer"....

Poco más puedo decir de este libro porque el verdadero interés que tiene poco tiene que ver con las historias paralelas o centrales que pueda narrar, si no que es simplemente el desarrollo de esa lucha por parte de cada personaje lo que importa.

El libro es interesante, te hace pensar, te remueve algo dentro de ti que te hace sentir empatía con cada uno de los amigos en las diferentes situaciones, te hace plantearte "¿Qué haría yo?" de una forma real, sabiendo las circunstancias, no simplemente pensandolo con el corazón en la mano, sin ser racional.

Tal vez lo único que advertiría es que se trata de un libro como he dicho que te hace pensar, que no te cuenta simplemente una historia, si no que da vueltas a las cosas, las desglosa, las "filosofea" y las desmenuza. En cuanto a esto reconozco que se me ha hecho muy pesado el hecho de que en muchas ocasiones la autora usa a los personajes para explicar una corriente filosófica a través de sus problemas. En ese sentido un lector con nociones filosófico - históricas podrá sacarle mucho más jugo al libro y captará seguramente mucho más la esencia de Gopegui de lo que yo haya podido hacerlo, que reconozco que mientras lo leia sentía que me perdia gran parte.

Aún así, como la persona "recomendadora de libros" me dijo, Gopegui me ha enganchado con su forma de tratar temas actuales y no dudo de que en breves un nuevo libro de la autora pasará por este blog.


Grandes frases de "La conquista del aire":

 -"La vida prosigue auqnue actuemos como cobardes o como héroes, La vida no impone ninguna disciplina sino la de aceptar la vida incuestionablemente. Todo aquello a lo que cerramos los ojos, todo aquello de lo que huimos, todo lo que negamos, denigramos o despreciamos sirve para derrotarnos al final"

- "Elegir siginficiar determinar los fines de acuerdo con la razón. Tomar decisiones era sólo escoger entre los deseos de un muestrario concebido por el apetito propio o ajeno, casi siempre ajeno".

-"Siempre que un hombre ha querido hacer del Estado su cielo, lo ha convertido en el infierno de otros hombres"