"Juanillo es el único que se parece un poco a mí. Tan poca cosa, con ese pelo tan negro, tan lacio. Enjuto en carnes. Sensible e inseguro. Atormentado por el deseo, por la necesidad de despertarse un día siendo mujer. Todos, sin excepción, fuimos unos estúpidos, unos cobardes conformistas con las normas que unos cuantos reprimidos presuponen e intentan imponer como verdades absolutas, cuando éstas ni tan siquiera forman parte de la realidad. Nos dejamos llevar por el miedo a las habladurías, por ese estúpido qué dirán. El qué dirán de unos cuantos a los que nada debíamos, que nada dieron ni nos darán. Por el miedo a las aves carroñeras que se alimentan de la pena ajena, que intentan imponer a los demás una doctrina que no practican y en la que en realidad no creen, pero que les sirve como estandarte para pregonar a los cuatro vientos que son mejores que los demás, más humanos, más personas, más hijos de Dios; de su dios."
En un rincón del alma
Antonia J. Corrales
2 comentarios:
Solo con ese fragmento me han entrado ganas de leerlo. Lo apunto!
Es curioso, además hacia tiempo que no leía algo así
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