"De manera que era realmente posible que un miserable
peón lograse salir airoso de un sinfín de dificultades y vencer sin la ayuda de
nadie a un enemigo más poderoso que él, que pudiese dar un vuelvo, aunque solo
fuese provisional, al resultado de la batalla. De nada servían pues la
organización, la relación de fuerzas presentes en el campo, la superioridad de
la raza, su poderío y su gloria. Poco importaba ser dueño de toda la supremacía
posible, siempre cabía la posibilidad de que un solo individuo pudiese cambiar
el curso de la historia".
Pabellón 11. El niño nazi.
Piero Degli Antoni
Piero Degli Antoni
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