Todos hemos tenido un amigo, una
persona en la que depositar nuestra confianza en esos momentos en los que más
se necesita un hombro donde llorar o un acompañante con el que reír, alguien
que se preocupa por ti y con el que un día, sin saber por qué, se acaban
distanciando las palabras y los encuentros, dando paso a nuevos amigos que
formarán parte de otra de las etapas de la vida.
Así es, muchas de estas personas
con las que se comparten tantos momentos resultan ser amigos pasajeros,
personas en las que necesitamos apoyarnos en momentos de nuestra vida y luego,
de forma inesperada, desaparecen.
La historia que hoy presento
habla de esto, de la amistad; pues aunque la vida se empeñe en separar y
sustituir a las personas, a veces se acaba volviendo al lado de aquellos a los
que nunca has olvidado. Las protagonistas son dos mujeres, Eva y Lucía, que
tras muchos años sin saber nada la una de la otra, se encuentran
accidentalmente y retoman la relación donde nunca debían de haberla dejado.
Novela escrita en primera persona
permitiendo ver el punto de vista de las dos protagonistas, Los besos nos se gastan ensalza la
amistad tratándola de una forma que llega al corazón a través de recuerdos de
niñez, situaciones dramáticas, la ternura de la infancia y otros muchos
momentos que unidos, crean un cóctel escrito de forma exquisita que no deja
indiferente al lector.
“… Sin embargo, cuando todo va
bien, dejamos pasar un día tras otro, casi sin fijarnos en ellos, soñando cada
lunes con que llegue el viernes y cada primer día del año con que llegue la
primavera, como si cada minuto no tuviera valor, como si lo que hacemos, lo que
vivimos, fuera un mero trámite para llegar a una meta que nunca sabemos muy
bien cuál es …”
Dejando claro que queda excluido
como literatura infantil y/o juvenil, mi recomendación va enfocada a cualquier
tipo de lector que busque una historia sencilla, sin grandes estructuras ni
coloquios, simplemente un libro con el que disfrutar de una verdadera amistad.
---
Quiero finalizar este post con
una curiosidad. Tras la lectura de esta obra supe quién era exactamente la
autora, quiero decir, que puse cara al nombre. He de decir que si hubiera
conocido este dato desde un primer momento posiblemente no habría seleccionado
este libro como una de mis lecturas así que no os fieis de las apariencias y
dejaros llevar por la magia de la lectura sin prejuicios infundados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario